MODERNISMO EN EL PERÚ
La Arquitectura Moderna se desarrolló en el Perú tardíamente, aproximadamente 20 años después de que se construyeran los primeros antecedentes europeos.
Según historiadores, durante la década de 1930, el Perú logra una aproximación a esta modernidad - llamados por algunos "estilo internacional" - con algunas construcciones en la ciudad de Lima que correspondían a una tendencia a la que se le llamó "Estilo Buque", estilo que se practicó de manera eventual, dejando en todo momento la supremacía del NEOcolonialismo existente.
Para mediados de la década de 1940 los arquitectos peruanos empiezan a vincularse con la arquitectura moderna. Las visitas de arquitectos como Richard Neutra, José Luís Sert y Walter Gropius en estos años sirvieron para sentar las bases del movimiento moderno en el Perú.
Dentro de las primeras manifestaciones modernas en proyectos de arquitectos peruanos llama la atención, por la fecha de su proyección, la modernidad con la que el Arquitecto Santiago Agurto presenta su tesis de grado publicada en 1945 por la revista "El Arquitecto Peruano".

LA REVISTA EL ARQUITECTO PERUANO. Fundada por el arquitecto Fernando Belaunde Terry en 1937, es la publicación más importante en temas arquitectónicos y urbanos en el Perú en el siglo XX. Bajo la dirección de Fernando Belaúnde (1937-1963), la revista publicó un total de 202 números. Hasta 1950, fue una publicación mensual; luego, apareció cada dos meses y, desde 1958, cada cuatro.
Los años que Belaúnde dirigió la publicación coinciden con la primera fase de las grandes migraciones internas, el hecho demográfico más importante de la historia de nuestro país (y de Lima), que modificó el patrón histórico de ocupación del territorio. El Perú, básicamente rural y serrano hasta el censo de 1940, pasó a ser un país urbano y costeño.
La planificación implica la noción de una autoridad que impone prioridades que se hallan por encima de los intereses económicos individuales y por encima también de las reglas del libre mercado.
La Revista abogó por la modificación de la norma liberal que había guiado al estado peruano desde los años de la "República Aristocrática". La revista defendió la tesis de promover el desarrollo a través de un crecimiento hacia adentro; fue partidaria, por lo tanto, del proceso de "sustitución de importaciones" y contraria al modelo exclusivamente exportador. La revista EL Arquitecto Peruano llamaba a los empresarios a impulsar la inversión de capital para la ampliación del mercado interno. En este sentido, para el arquitecto Belaúnde había que producir en el Perú fierro, cemento, vidrio y madera, ya que un país sin industrias básicas no podía aspirar al desarrollo.
1. La propiedad horizontal del suelo.- De acuerdo a la ley vigente, solo podía haber un dueño por edificio, por lo que los departamentos solo podían alquilarse (por ello, había pocos en Lima). La nueva ley autorizaba al propietario de un departamento a inscribir su propiedad en forma independiente y compartir el suelo con los dueños de los otros departamentos de su edificio. Esta norma fue un mecanismo indispensable para estimular los edificios por departamentos en nuestra ciudad.
2. La constitución de la Oficina Nacional para la Planificación Urbana (ONPU).- Era la oficina del estado encargada de la formulación de los planes de desarrollo urbano de todas las ciudades del país, empezando por Lima; así, el estado se involucraba directamente en el desarrollo nacional. Esta institución fue el antecedente del Instituto Nacional de Planificación.
3. La creación de la Corporación Nacional de Vivienda (CNV).- Tenía como propósito la construcción de viviendas para los sectores medios y populares. La principal obra, en estos años, de la CNV fue el proyecto global de las unidades vecinales.
4. Los centros climáticos de invierno.- Bajo esta ley se construyó la colonia vacacional de Huampaní.

LA AGRUPACIÓN ESPACIO. En Mayo de 1947, un grupo de jóvenes estudiantes de arquitectura de la Escuela Nacional de Ingenieros, lideran a un grupo de intelectuales, arquitectos y artistas. Adoptan el nombre ESPACIO y, a la manera de las vanguardias europeas, lanzan un Manifiesto que marcará el inicio de sus actividades y de los cambios que propugnan.Desde mediados de los años cuarenta, Lima vivía una vorágine modernizante auspiciada por la difusión de las imágenes de la modernidad, el fin de la segunda guerra mundial y por el optimista ambiente existente luego de la elección de José Luis Bustamante y Rivero como expresión de nuevos vientos en el país.La radical transformación de la plaza de armas de Lima y los ensanches en las calles importantes de su centro histórico, testimoniaban el espíritu que animaba a los cambios promovidos, emulando lo ocurrido en otras metrópolis. Desde esa perspectiva, los paradigmas del cambio se mantenían marcadamente desactualizados.El arte y la arquitectura transitaban los caminos signados por la pasiva mirada al pasado, aislados de los acontecimientos arquitectónicos prevalecientes en el mundo. Un mundo que salía de la segunda gran guerra y veía consolidar a Norteamérica como principal potencia. Un mundo que había vivido -décadas atrás-, el entusiasmo por la renovación total del arte y la arquitectura, y que pocos años después planteaba ya un cuestionamiento a las radicales formulaciones vanguardistas, vivía el inesperado viraje de los grandes maestros de la arquitectura y el surgimiento de propuestas abiertas, frescas e incluyentes.En esta doble y contradictoria realidad, la de dos mundos paralelos y diacrónicos, se forma en el Perú una agrupación de intelectuales: artistas, estudiantes y profesionales, dispuestos a enfrentar a los defensores del adormecimiento de las manifestaciones culturales de nuestra sociedad. Reunidos en torno a la estimulante figura de Luis Miró Quesada, un grupo de jóvenes estudiantes de arquitectura de la Escuela Nacional de Ingenieros -la actual Universidad Nacional de Ingeniería-, surge hace medio siglo, la Agrupación ESPACIO, vehículo de las expectativas de algunos círculos de encuentro y discusión como manifestación específica de una sociedad preocupada por el presente y el futuro.ESPACIO, se propone marcar distancias, señalando un derrotero; se plantea la tarea de repensar el arte del Perú y se enfrenta al dilema de combatir el origen de su propio estatus, revisando y cuestionando el desarrollo de nuestra cultura, entendiendo la misma de manera integral, como manifestación de un momento determinado, y de un hombre nuevo. Se constituye entonces en uno de los movimientos más importantes de nuestra modernidad y sin lugar a dudas, en el más conocido y trascendental en el mundo artístico. La arquitectura, asumiría en dicho proceso un decidido liderazgo.